Perfil

Alex Phillips Bolaños nace el 11 de enero de 1935 en el Distrito Federal. Es hijo del también cinefotógrafo Alex Phillips (originario de Ontario, Canadá y cuyo nombre verdadero es Alexander Pelepiock), personaje considerado pionero de la cinematografía mexicana e iniciador de la añeja tradición de buenos fotógrafos mexicanos de cine.

La formación escolar y universitaria de Alex Phillips Jr. comienza en colegios canadienses. Inició estudios de arquitectura en Canadá, en la Universidad McGill de Montreal, pero abandonó la carrera en el segundo año. Entonces tomó un curso de fotografía en el Instituto de Artes Fotográficas de Montreal, Canadá (1955-1958). Su padre se enteró que cambió de profesión hasta su regreso a México, asunto que no le gustó, sabía que le iba a costar mucho tiempo entrar a la industria cinematográfica.

Por el año de 1959 comenzó asistiendo a fotógrafos en documentales y comerciales, pero en cuanto había un asistente desocupado del sindicato, lo sustituían para darle preferencia al agremiado. Así fue que trabajó con Rubén Gámez y en un comercial con su padre, en el que por cierto, el mismo Alex Phillips Jr. afirma que le salió todo fuera de foco, Asimismo se desempeñó como fotógrafo presidencial del Licenciado Adolfo López Mateos (1958-1964).

Su primera película importante la hizo a los 22 años. El director de Yanco (1960), Servando González, “me llamó por conveniencia, aunque se arriesgó. Mi papá tenía una cámara de cine para cosas personales y como Servando no tenía dinero para hacer la película, el hecho de que contara con la cámara de mi papá era un fuerte ahorro para la producción. Fue así que hice mi primera cinta. Me dio chance de hacerla bajo el acuerdo de que si veíamos los primeros rushes y la cosa no estaba bien, cambiaba de fotógrafo, pero salieron bien las primeras tomas y nos echamos toda la película”. Dicho filme obtuvo el Premio Ónix a la mejor fotografía, condecoración que se otorgó en 1961, durante el Festival Cinematográfico del Instituto Cultural de la Universidad Iberoamericana.

Después de Yanco, Phillips no podía trabajar, no tenía la experiencia necesaria para pertenecer al sindicato, primero debía ser asistente de cámara para después ascender a fotógrafo. Entonces “me fui a Puerto Rico, Colombia y Ecuador a hacer comedias y melodramas”, asegura.

Julio Bracho fue uno de los directores que lo apoyó cuando el sindicato mexicano no lo aceptaba. Bracho lo llevó a películas que se filmaban fuera de México, Andante (1966), por ejemplo, la fotografió Alex Phillips padre en México, y lo que se filmó en Europa corrió a cargo de Phillips Jr. “Fue por allá de 1969 cuando el sindicato me aceptó y pude hacer más películas mexicanas. Afortunadamente no pasé por el camino de ser asistente ni operador.”

Gracias a Yanco, una productora norteamericana llamó a Servando González y a Alex Phillips Jr. para realizar The Fool Killer (Asesino de tontos, 1963), pero además se pretendía que el director de teatro que revolucionó Broadway, José Quintero, trabajara con ellos, “sólo que no se pusieron de acuerdo en el proyecto y éste último no participó en la cinta […] Quintero me quería como un hermano, era el número uno del teatro, entonces hacía unos fiestones en su penthouse de la Quinta Avenida y Calle 14, ahí llegaban todos los actores más fregones a barbearle para ver si se los llevaba a una obra, desde Montgomery Clift hasta Rock Hudson.”

Yanco fue su carta de presentación para que comenzara a hacer currículum en Estados Unidos. Leopoldo Torre-Nilsson aceptó filmar con él La chica del lunes (1966), y un año después Los traidores de San Ángel, ambas filmadas en Puerto Rico para evitarse problemas con el sindicato de México.

Su ingreso a Hollywood tampoco fue fácil; los productores tenían que pagar un desplazamiento por él, no tenía residencia norteamericana y tampoco estaba agremiado. Trabajaba con permisos y visas de trabajo.

“Yo estaba viviendo en Nueva York", recuerda Phillips Jr. "Empezaba mis pininos con unas cuantas películas. Ahí conocí a Robert De Niro. Fotografié una de sus primeras películas (Sam’s Song, 1969, dirigida por John C. Broderick y John Shade). Yo ganaba en ese entonces más lana que él, ahora pues el cambio es obvio.”

“En Nueva York conocí a mucha gente interesante, por ejemplo, a Andy Warhol y a su novia, dos tocados de primera, maravillosos. Jugaba póker con figuras que nadie se hubiera podido imaginar, Tennessee Williams”. Phillips Jr. vivió cinco años más en Nueva York, hasta que:

Un día me encontré en la calle a Alfonso Arau, me dijo: “oye güereja… me decía así por mi pelo, que siempre lo he traído largo, voy a filmar mi primera película (El Águila Descalza), no seas gacho, vente a México para que la hagas conmigo. Acepté: eran ocho semanas de trabajo. Regresé a México a hacer la película y me pasó lo mismo que a mi papá con mi mamá, vino seis semanas a hacer Santa y nunca regresó a Hollywood. Conocí a Ofelia Medina y adiós Nueva York”.

Cuando ya estaba agremiado al sindicato mexicano, pudo trabajar al fin libremente con varios directores. Recuerda el fotógrafo: “Julio Bracho era muy plástico, me dejaba trabajar y luego me corregía o me felicitaba; era muy exacto, decía dónde quería la cámara, después ya me empezó a dar libertad […] Don Julio era muy calmado, perfeccionista pero muy calmado […] Roberto Gavaldón era también perfeccionista pero muy nervioso, era de un carácter muy fuerte, les tenía poca paciencia a los fotógrafos, se desesperaba muy fácilmente, teníamos que andar a mil por hora para que no se enojara. Nos llevamos muy bien, pasé la prueba de fuego con Gavaldón […] Chano Urueta me enseñó muchísimo, era un técnico impresionante. Con los Rodríguez, mis tíos, primos hermanos de mi madre, solo trabajé cuando fui asistente de mi padre en Tizoc (Ismael Rodríguez, 1957) […] Y Felipe Cazals fue mi amigo de la infancia. Yo ya estaba trabajando cuando él comenzó a hacer los cortos. Después hicimos Zapata, y de ahí comenzó la mancuerna para hacer películas importantes como Las poquianchis. […] Felipe ya era otra generación, venía de Francia, traía ideas europeas y sí hubo un cambio bastante radical en el cine de los 70; los directores de la época anterior fueron saliéndose, entonces comencé a trabajar con Cazals, Fons, Olhovich y por esas fechas también me fui de a trabajar fuera de México. […] Con Ripstein, la experiencia de Foxtrot fue especial".

Fue un lío filmar en agua. Si se observa, casi toda la película está fuera de foco. Estuve a punto de ser corrido porque el productor del lado gringo se quejaba de que estaba suave de foco […] afortunadamente tuvo bastante aceptación. […] pero con mi experiencia, Jorge Fons ha sido el director más meticuloso con el que he trabajado en México.

Emiliano Zapata (1970) de Cazals fue la primera película que se hizo en México en Panavisión, se dejó el Cinemascope. Tuvo mucho presupuesto, hubo un día que tuvimos hasta 15 mil extras, Tony Aguilar le metió mucho dinero, y hay escenas verdaderamente impresionantes. Tony se la llevó a Estados Unidos y ya no supe qué le hicieron.

Por otra parte, Phillips Jr. terminó de fotografiar dos películas que su padre inició y no pudo concluir por cuestiones de salud: Burn, Baby Burn (Arde, baby arde, 1970, José Bolaños), y la última: El castillo de la pureza (1972). Alex Phillips padre “comenzó a ponerse mal de sus piernas, y a pesar de que mi madre le escondía hasta la ropa, para que no saliera, insistió en trabajar”. Desgraciadamente, el legendario cinefotógrafo no pudo terminar El castillo de la pureza. No obstante, el hijo respetó el crédito del padre.

El paso del blanco y negro al color no me fue problemático, pero luego en Nueva York se hizo otra película en blanco y negro, The Spy (1967), cuando regresé al blanco y negro la sudé muy fuerte, me costó trabajo hacer lo que hice en Yanco o Fool Killer. Regresar al blanco y negro fue más difícil que hacerlo en colores. Hay que tener más técnica, mientras lo estás haciendo no te das cuenta. Tuve que hacer unas pruebas porque se me había olvidado. Me acuerdo muy bien que le dije al director Wallace: "lo veo raro", él dijo que estaba bien.

Chac: Dios de la lluvia (1974) del chileno Rolando Klein, es una de las películas favoritas de Phillips Jr. por su belleza. El director vivió nueve meses en Chiapas (Temejapa), lugar de difícil acceso. A diario debía caminar más de una hora para platicar con los indígenas, hasta que los convenció para que participaran. Cuando el filme se exhibió tuvo mucho éxito, pero surgió un conflicto sobre la nacionalidad de la película. Al ser el mismo director el inversionista de la película, y mientras se discutía el asunto, la cinta fue guardada en las bóvedas de la Cineteca Nacional, y mucho tiempo se creyó que la película había desaparecido en el incendio de 1982, sin embargo existe un positivo de la cinta en la Cineteca. El director dejó el cine, nunca recuperó su inversión y se dedicó a exportar vinos a Estados Unidos.

Gran parte de la obra de Alex Phillips Jr. fue realizada en Estados Unidos. Para el fotógrafo, la principal diferencia del cine que se hace en la Unión Americana y el de México “es que ellos tienen mayores recursos económicos y, por lo tanto, pueden extender sus filmaciones hasta tres meses, mientras que en México, si acaso, son rodajes de cinco semanas. Siempre existe el problema de la tensión del tiempo en una filmación.”

Por mi trayectoria tuve que contratar un agente para Estados Unidos. Siempre trabajé con visas de trabajo, me las daban por año. Sin darme cuenta junté las horas que solicitaba el sindicato de E.U.A. y logré agremiarme. Ahora tengo mi clientela en ‘Gabacholandia’, pero dejé de trabajar en México. Creyeron que les iba a cobrar mucho, hasta que Marcela Fernández, Maryse Sistach, Jaime Humberto Hermosillo y Sergio Olhovich me llamaron. Cuando hago películas mexicanas estoy con mi gente, en el extranjero hay una cierta soledad, nada como estar con lo tuyo.”

Cuando trabajó en Total Recall (El vengador del futuro), hacía cinco años que no venía a México. “Entonces", rememora, "tuve la oportunidad de dormir siete meses en mi casa. Yo me encargué de lo que hacen las segundas unidades: los efectos, no llevar la historia, sino voltear los sets”

Con respecto a su trabajo con Sam Peckinpah, Phillips Jr. afirma: "comencé a aprender una nueva forma de ver el cine, él no buscaba ángulos rebuscados. Me enseñó a hacer un tipo de cine más natural, y luego, a poder adornarlo, si es que se requería”. Pero además, ambos cultivaron una fuerte amistad.

En cuanto a los cinefotógrafos, mi favorito, el hombre que mejor pinta con la luz es Sven Nykvist, pero no lo he podido conocer, a pesar de las reuniones de fotógrafos que se hacen en la American Society of Cinematographers (ASC), en los Ángeles. Allíla ASC tiene un Museo de cámaras en las oficinas. También de ahí sale la revista para nosotros los fotógrafos, nuestra biblia, la American Cinematographer nos mantiene a la vanguardia cinematográfica con mucha precisión.

Entre 1997 y 1999 Televisa lo contrató para asesorar a un grupo de técnicos en lo referente a fotografía e iluminación “y aprendieron rápido porque ahora uno ve las telenovelas y son otra cosa, visualmente hablando.” En esta televisora se encargó de la iluminación de las telenovelas The Shadow y Forever, versiones sajonas de La sombra del otro y Para toda la vida, respectivamente. “Carlos Sotomayor –productor de las telenovelas bilingües- me contrató, le pedí luces especiales que pensé, podrían cambiar el look de estas producciones y los resultados fueron buenos.”

Phillips Jr. trabajó para Tv Azteca dentro del equipo de la teleserie Señora, producida por Elisa Salinas. En su momento, el fotófrafo aseguró: “no existe pleito entre el séptimo arte y la televisión, sino al contrario, el matrimonio es la imagen, y la diferencia hasta ahora es la iluminación, en televisión es más plana.”

Pionero del sistema IMAX, filmó el documental México (1995), el cual se proyectó por espacio de un año en la megapantalla del Museo del Papalote, y el otro, un documental sobre Cancún en el mismo formato, en el cual se conjugan las técnicas de cine con las de televisión en cuanto al uso de equipos.

Asimismo, además de Peckinpah, Phillips Jr. ha trabajado con directores como Robert Young, George C. Scott, Sidney Poitier, J. Lee Thompson, Marvin Chomsky, Burt Kennedy, Cheech Marin y Paul Verhoeven, entre otros.

También ha participado en diversas actividades académicas, como conferencias dictadas en universidades (entre ellas, la Universidad Autónoma de Baja California, la Universidad de las Américas de Puebla y un ciclo de Mesas redondas de la UNAM). Incluso entre 1997 y 1998 impartió un curso de capacitación para el ITESM y TV Azteca.

Entre los homenajes que se le han realizado se cuenta el del Festival Internacional Cinematográfico de Cancún, Quintana Roo en 1995. El 28 de octubre de 1998 se llevó a cabo el ciclo Homenaje a los Alex Phillips, magos de la luz y la sombra, organizado por la Filmoteca de la UNAM en el Centro Cultural Universitario. En la inauguración se exhibió un documental realizado por el cineasta Ernesto Medina sobre los dos personajes. La muestra fílmica incluyó 11 largometrajes fotografiados por los Phillips. Además se llevaron a cabo los foros “Las fotografías de los Phillips en el cine mexicano” y “Los fotógrafos del cine mexicano contemporáneo”, en ellos participaron destacados cinefotógrafos como Toni Kuhn, Arturo de la Rosa y Rodrigo Prieto.

En aquel entonces el fotógrafo comentó: “No sé si puede llamársele herencia, pero nací con el gusto por la fotografía. Mi única enseñanza académica me la dieron dos maestras canadienses cuando estuve en la universidad. Lo que se llama un maestro en forma, sólo mi papá y nadie más.”

Según el libro 24 X segundo, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad de Guadalajara, Felipe Cazals comenta: “Yo diría que los cinefotógrafos en México son exactamente igual que los pintores en México […] hay una especie de virtud para la recreación plástica […] Alex Phillips [Jr.] Es un fotógrafo de alto riesgo [...] con los fotógrafos me sucede una cosa: estoy convencido desde hace años que es un asunto de marido y mujer, sin que se malinterprete; debe haber un maridaje entre el fotógrafo y el director, y si no existe tal, jodida está la película. Yo creo que con Miguel Garzón, fundamentalmente con Alex Phillips Jr. y con Ángel Goded hemos trabajado como recién casados.”

* Las citas textuales fueron tomadas de los diarios: Reforma, La Crónica de Hoy, uno más uno, Excélsior, El Universal, El Sol de México, El Nacional; del libro 24 X Segundo, editado por la Universidad de Guadalajara, CONACULTA, Gobierno de Jalisco y Colima, y Secretaría de Cultura, 2003; y del video Memoria del Cine Mexicano - Alex Phillips JR. Cinefotógrafo, producido en 1993 por CONACULTA e IMCINE. (Cineteca Nacional)


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